- Instrucciones
Mantén el dorso del libro en buenas condiciones. Coloca tu libro sobre su lado trasero, ábrelo y presiona con cuidado, y ligeramente a lo largo de la línea del dorso. Reduce la rigidez del libro con este paso, pues previene que se rompa el dorso con facilidad. El dorso del libro es uno de los primeros lugares que se desgasta y rompe, y el daño causado disminuye el valor del libro.
2
Quita la capa de polvo de la cubierta del libro y colócalo en un lugar seguro para evitar que se ensucie, hacerlo también evita que se rompa el libro accidentalmente cuando lo estás leyendo. Compra fundas temporales para cubrir la cubierta delantera y trasera de los libros para cuidarlas de que no se ensucien.
3
Mantén los libros en una temperatura estable. No permitas que les de mucho calor a los libros, pues se vuelven frágiles y se rompen fácilmente; mucha humedad puede causar moho, lo que también lo arruinaría. Guarda los libros en un lugar fresco y seco.
4
Guarda tus libros en un lugar elevado como un estante, pero sin que estén demasiado juntos. Sólo apila libros que pesan más de lo normal, colócalos sobre uno de sus lados. Nunca encimes todos tus libros en un estante y asegúrate de que éste puede soportar todo el peso.
5
Siempre utiliza un separador para que no dobles la hoja donde dejaste tu lectura. Doblar la hoja deja una ligera marca, como la oreja de un perro, que luce mal y molesta al mirarla.
6
Con suavidad repara las hojas dañadas antes de que empeoren. Compra una cinta especial de libros para reparar. La cinta es libre de ácidos, por lo que protege las hojas delicadas, tampoco cuartea o reseca como lo haría una cinta regular.
7
Para prevenir que pequeños insectos vivan en nuestros libros, podemos colocar una hoja seca de laurel entre algunas de sus páginas, ya que su aroma ahuyenta a los bichitos.
8
El moho y los hongos se pueden combatir frotando las pastas del libro suavemente con un algodón con unas gotas de agua oxigenada, teniendo mucho cuidado de no mojar las hojas impresas.
9
Para que nuestros libros no se empolven, podemos colocar cintas de acetato sobre los lomos o las hojas que queden hacia arriba al colocarlos en las estanterías. Esto evitará que el polvo ingrese a su interior.